A veces, perder significa ganar. Y querer no siempre significa odiar.
No vamos a entender muchas cosas en la vida, no vamos a crear otras tantas. La mayoría de todo lo que vayamos a creer, ya fue creído por otras personas antes, ya fue formulado, reformado y enseñado unas mil veces, pero igual, nos vamos a sentir importantes.
Pensar en ser los primeros de algo, cuando hubo tanta gente antes. Ya no nos va a pertenecer nada, ya no seremos dueños de nuestros propios pensamientos, nos harán creer lo que quieran que creamos. Nos harán entender de las cosas, una única definición, nos restringirán la capacidad de formular, de ser, de amar, de querer, de abrazar.
Ser. Imaginate a un ser, que no es. Alguien que no se preocupa, alguien que no busca, que no desea eso que todos deseamos.
Seria muy vacío, conformarse con lo que ya esta servido. Y sería preciso, desarrollar una autonomía que nos sirva para enfrentar a la verdad cuando esta frente a nuestros ojos, y no esquivarla con excusas, mentiras y auto convencimientos.
Y vamos a creer, por mera necesidad humana. Alguien alguna vez me dijo "Hay cosas básicas en la vida, amor y fe", y pensé que era una idiotez. Pero no, por mas sofista que la gente sea, uno no puede desconfiar de todo lo que se nos dice. Así que entendí que el amor es todo, es lo mas importante, pero sin fe, sin esa mínima partícula de neurona que nos hace creer en algo, todo esto seria netamente, in-so-por-ta-ble. Y te lo digo yo, que entiendo las religiones como mitos y formas totalmente embusteras de llevar esperanza a la gente.

A veces es necesario creer para entender de que se trata.